Es necesario profundizar acerca de lo que se conoce en términos económicos como el “efecto del multiplicador del gasto” (su poder y sus limitaciones), en lo conexo con el desarrollo económico de nuestra querida patria, Honduras.
El tema del efecto del multiplicador del gasto es un tema bastante interesante desde el punto de vista económico. Es un tema que hay que tomar en cuenta si lo que queremos es generar un rápido crecimiento económico. Los componentes del gasto agregado son el gasto de consumo, la inversión, las compras gubernamentales de bienes y servicios, y las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones) – siendo la suma de estos cuatro componentes del gasto, igual al PIB real. En suma, hablamos de una simbiosis en la que cuando hay un aumento del PIB real, aumenta el gasto agregado; y cuando aumenta el gasto agregado, aumenta el PIB real. Entre otras cosas, el concepto del gasto agregado planeado plantea que una recesión se profundiza cuando hay una disminución en los planes de producción, debido a las bajas expectativas de consumo. Cuando atravesamos una expansión, las personas gastan más, y las empresas proyectan más producción, y es esta producción la protagonista del mayor crecimiento económico, pues es verdaderamente la que permite arribar a nuevos puntos de equilibrio (El gasto de equilibrio es el nivel de gasto agregado que ocurre cuando el gasto agregado planeado es igual que PIB real.), que permiten la existencia de un mayor nivel de gasto/consumo, y por tanto, más y más producción.
Entonces, ¿Cómo es que se puede inducir un mayor crecimiento económico en Honduras? ¿Cómo arribar nuevos puntos de equilibrio (nuevos puntos en el gasto agregado planeado)? La forma de lograrlo es aumentando el tamaño del multiplicador. Esto implica que el gasto de equilibrio aumenta más de lo que aumenta el gasto autónomo. Osea que las expectativas de expansión aumentan el gasto autónomo (de las empresas), que es el que induce a mayores aumentos de gasto (aumento de la productividad y consumo). El multiplicador es mayor que uno porque el gasto inducido aumenta. En suma, las empresas ven que hay mayor consumo, invierten de forma optimista, y terminan generando un mayor gasto autónomo. Cuanto más grande sea la propensión marginal a consumir, mayor será el multiplicador. Lo importante es generar un engranaje con una inercia lo suficientemente grande como para impulsar una gran inversión.
Pero es necesario mencionar también la limitante del multiplicador del gasto, y es que solo el gasto en bienes y servicios producidos internamente aumenta el PIB real de la economía doméstica. El multiplicador del gasto funciona en donde verdaderamente hay producción. Es necesario fortalecer el aparato productivo del país. En términos económicos, así como es necesario tener una amplia base de consumidores, también es necesario tener una amplia base de productores y crear nuevos agentes económicos. Es elemental que dejemos de importar productos agrícolas de nuestros vecinos centroamericanos. Es igualmente elemental que vayamos a un supermercado, y veamos cuales son los productos que perfectamente podrían producirse aquí en Honduras. Si logramos ir reemplazando productos importados por productos producidos internamente (y exportándolos), podremos generar condiciones para un crecimiento económico impresionante para Honduras. Al tener menores costos de distribución, estas empresas serían más competitivas en nuestro mercado. Por ejemplo, Honduras ya no necesita importar tabla yeso porque se produce aquí. Incluso, podríamos ser más ambiciosos. ¿Qué pasaría si Honduras dejara de importar aires acondicionados? ¿Por qué no los podríamos fabricar aquí en Honduras? ¿Podemos aspirar a ser, eventualmente, un país que los exporte? ¿Por qué no? ¿Podemos producir nuestros propios útiles escolares? ¿Qué tal si la materia prima de nuestra minería, la utilizáramos para elaborar nuestros productos? ¿Por qué no cosechamos el algodón que utilizan nuestras maquilas? ¿Por qué no desarrollar nuestras propias marcas – nuestras propias franquicias?
La gran oportunidad de Honduras está en el talento, en la capacidad, y en el emprendedurismo de los jóvenes hondureños. La gran oportunidad de Honduras está en cada ingeniero, en cada graduado de mecatrónica de Unitec, en los egresados de carreras técnicas, en los constructores de “start-ups”, y en todos los que trabajan y sueñan. Es a ellos que el gobierno debe volcarse, identificando las oportunidades, y abriendo canales de crédito que permitan que estos sueños se cumplan. Los jóvenes hondureños creemos en Honduras; pero también es necesario que los gobiernos igualmente crean. No hay duda de que podremos construir un gran país si trabajamos para ello, pero primero tenemos que creer en nosotros mismos
El tema del efecto del multiplicador del gasto es un tema bastante interesante desde el punto de vista económico. Es un tema que hay que tomar en cuenta si lo que queremos es generar un rápido crecimiento económico. Los componentes del gasto agregado son el gasto de consumo, la inversión, las compras gubernamentales de bienes y servicios, y las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones) – siendo la suma de estos cuatro componentes del gasto, igual al PIB real. En suma, hablamos de una simbiosis en la que cuando hay un aumento del PIB real, aumenta el gasto agregado; y cuando aumenta el gasto agregado, aumenta el PIB real. Entre otras cosas, el concepto del gasto agregado planeado plantea que una recesión se profundiza cuando hay una disminución en los planes de producción, debido a las bajas expectativas de consumo. Cuando atravesamos una expansión, las personas gastan más, y las empresas proyectan más producción, y es esta producción la protagonista del mayor crecimiento económico, pues es verdaderamente la que permite arribar a nuevos puntos de equilibrio (El gasto de equilibrio es el nivel de gasto agregado que ocurre cuando el gasto agregado planeado es igual que PIB real.), que permiten la existencia de un mayor nivel de gasto/consumo, y por tanto, más y más producción.
Entonces, ¿Cómo es que se puede inducir un mayor crecimiento económico en Honduras? ¿Cómo arribar nuevos puntos de equilibrio (nuevos puntos en el gasto agregado planeado)? La forma de lograrlo es aumentando el tamaño del multiplicador. Esto implica que el gasto de equilibrio aumenta más de lo que aumenta el gasto autónomo. Osea que las expectativas de expansión aumentan el gasto autónomo (de las empresas), que es el que induce a mayores aumentos de gasto (aumento de la productividad y consumo). El multiplicador es mayor que uno porque el gasto inducido aumenta. En suma, las empresas ven que hay mayor consumo, invierten de forma optimista, y terminan generando un mayor gasto autónomo. Cuanto más grande sea la propensión marginal a consumir, mayor será el multiplicador. Lo importante es generar un engranaje con una inercia lo suficientemente grande como para impulsar una gran inversión.
Pero es necesario mencionar también la limitante del multiplicador del gasto, y es que solo el gasto en bienes y servicios producidos internamente aumenta el PIB real de la economía doméstica. El multiplicador del gasto funciona en donde verdaderamente hay producción. Es necesario fortalecer el aparato productivo del país. En términos económicos, así como es necesario tener una amplia base de consumidores, también es necesario tener una amplia base de productores y crear nuevos agentes económicos. Es elemental que dejemos de importar productos agrícolas de nuestros vecinos centroamericanos. Es igualmente elemental que vayamos a un supermercado, y veamos cuales son los productos que perfectamente podrían producirse aquí en Honduras. Si logramos ir reemplazando productos importados por productos producidos internamente (y exportándolos), podremos generar condiciones para un crecimiento económico impresionante para Honduras. Al tener menores costos de distribución, estas empresas serían más competitivas en nuestro mercado. Por ejemplo, Honduras ya no necesita importar tabla yeso porque se produce aquí. Incluso, podríamos ser más ambiciosos. ¿Qué pasaría si Honduras dejara de importar aires acondicionados? ¿Por qué no los podríamos fabricar aquí en Honduras? ¿Podemos aspirar a ser, eventualmente, un país que los exporte? ¿Por qué no? ¿Podemos producir nuestros propios útiles escolares? ¿Qué tal si la materia prima de nuestra minería, la utilizáramos para elaborar nuestros productos? ¿Por qué no cosechamos el algodón que utilizan nuestras maquilas? ¿Por qué no desarrollar nuestras propias marcas – nuestras propias franquicias?
La gran oportunidad de Honduras está en el talento, en la capacidad, y en el emprendedurismo de los jóvenes hondureños. La gran oportunidad de Honduras está en cada ingeniero, en cada graduado de mecatrónica de Unitec, en los egresados de carreras técnicas, en los constructores de “start-ups”, y en todos los que trabajan y sueñan. Es a ellos que el gobierno debe volcarse, identificando las oportunidades, y abriendo canales de crédito que permitan que estos sueños se cumplan. Los jóvenes hondureños creemos en Honduras; pero también es necesario que los gobiernos igualmente crean. No hay duda de que podremos construir un gran país si trabajamos para ello, pero primero tenemos que creer en nosotros mismos